- 500 ml de leche entera
- 125 g de harina
- 250 g de azúcar blanca
- 3 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla
- 60 g de ron oscuro
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Preparación
- Pon a hervir la leche con las semillas de la vaina de vainilla. Para extraerlas, corta con la punta de un cuchillo la vaina a lo largo (sin llegar a traspasarla). Con el borde del cuchillo sin filo, raspa la vaina de arriba a abajo e, inmediatamente, añádelas a la leche.
- Tapa el cazo y deja que vaya enfriando a temperatura ambiente.
- En un bowl echa la harina y el azúcar y vierte la leche, con un batidor mezcla sin dejar de remover.
- Añade las yemas de huevo y el ron y, con una espátula, remueve hasta integrarlas por completo.
- Tapa el bowl y resérvalo en la refrigerador entre 12 y 24 horas. Lo ideal es que prepares la masa un día y la dejes en el freezer hasta el día siguiente. Este paso es importante y uno de los secretos de los canelés.
- Saca la mezcla de la nevera 60 minutos antes de hornear y repártela en tu molde de canelés de De Buyer.
- Precalienta el horno a 220º C.
- Cuando el horno esté a 220º C, introduce el molde y hornea durante 10 minutos a 220º C y durante 50 minutos a 180º C.
- Transcurrido ese tiempo, comprueba el color de los canelés y si ves que la masa todavía tiene un color claro, hornea durante 5 minutos más.
- Saca el molde del horno, deposítalo sobre tu rejilla de hornear y deja que los canelés enfríen dentro,
- Una vez hayan enfriado, ya puedes desmoldar y sobre una rejilla decora, espolvorea con azúcar flor o déjalos tal cual. ¡Disfruta de este maravilloso pastelito!
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